Jordi Ventura-Josep Autet, Ral·li Osona 2019 



Por Josep Autet.

Segundo rally con Jordi Ventura ¡Como aquel que se apunta a todos! Comprenderéis que correr en Vic para mi es algo especial, hacer el Osona y más este año con el colofón al cincuentenario que significó la presentación, hace justo un mes, del libro ‘Escuderia Osona, 50 anys de Projectes’, tiene un gran significado personal. Y hacerlo acompañando a Jordi Ventura, un entrañable amigo pero –no lo olvidemos–, el segundo piloto con más victorias en el Osona y en el propio campeonato de Catalunya, no es un hecho menor.

Tras disputar el Legend Les Corbes tuvimos que esperar varios días para cambiar planes y decidir afrontar el Osona, nuestra segunda carrera juntos, por lo que hasta el fin de semana anterior a la misma (ambos rallyes estaban separados por dos semanas justas) no se concretó nuestra participación. Aún así, llegábamos al rally bien entrenados porque a lo largo de la misma semana de la competición empleamos un par de días enteros a reconocer los tramos. Pero el rally tuvo que cancelarse debido a la ola de calor e incendios que sufría el país; total, que como todos los participantes pasamos los días esperando a que el Osona finalmente se celebrara una semana más tarde de lo previsto, como felizmente así fue. El día anterior a la nueva fecha del rally, viernes 5 de julio, le dimos un par de nuevas pasadas a todos los tramos y, la verdad, los afrontamos en carrera con un nivel de entrenamiento óptimo.

Tras los ajustes en la suspensión aplicados en la segunda parte del Legend Les Corbes, salimos al Osona con el coche exactamente igual. Jordi tenía dudas por si en los baches de La Roca el coche se mostraría demasiado duro, pero la verdad es que no tocamos nada en el ajuste de los Reiger y la suspensión funcionó de maravilla. Realmente Jordi ha construido desde cero un coche excelente, y además con el regalo añadido de un rugido de motor que muchos aficionados nos remarcaron: en los tramos eso se agradece.

Nuestra carrera fue muy regular, sin contratiempos destacables, corrimos realmente mucho pero un Golf GTI no es una máquina moderna ni infalible y da lo que da. En la subida a Romagats aquellas rectas se hacían eternas, como también la parte rápida de La Trona o el inicio de La Vola, pero eso ya sabíamos que era así y en absoluto tenemos derecho a quejarnos, corremos con un clásico, la máquina nos dio un resultado excelente y el servicio técnico de Albert, también. Esta vez fue un segundo y medio lo que sobró para hacer quintos, eso nos dio rabia al final, para que esconderlo, más por nuestro instinto competitivo que porque lo mereciéramos, porque quiénes acabaron quintos, Oriol Boluda y Oriol Fuentes, remataron una apretada final con su Clio RS que les hizo merecedores por méritos propios de entrar en el top cinco, ¡enhorabuena a ambos!

Eso de volver a las carreras, ni que sea para divertirse y experimentar sensaciones casi olvidadas tiene eso, que cuando te ganan por tan poca diferencia, como en Les Corbes por menos de 2 segundos y aquí en el Osona por menos de 1 segundo y medio, empiezas a buscarle la causa o la explicación. Sin desearlo de veras, te das cuenta que quieres averiguar el por qué: si demasiado peso (combustible, parrilla de luces, etc.), si en aquella curva podíamos apurar más la frenada, si eso o lo otro… Tanto en Les Corbes como en el Osona corrimos mucho e hicimos una segunda parte de rally al ataque, creo que desde la cuneta se debió notar, pero un coche moderno similar (bien conducido, claro) siempre llevará la delantera, no se le puede exigir más a nuestro Golf de 175 CV.

Jordi Ventura volvió a maravillarme, bajamos la primera Trona a saco y eso se notó: 5º scratch; la segunda pasada también, 8º, pero para entonces la competencia ya llevaba las pilas conectadas. Podríamos decir que La Vola, por su sinuosidad, podía haber sido buena para nosotros si se hubieran sabido los tiempos correctos de todos. Que se anularan las dos pasadas, una vez hechas, fue un gran inconveniente deportivo para todos, una auténtica pena.

El pilotaje de Jordi es sumamente eficaz, eficaz y constante diría yo, mejorábamos muy poco (si es que lo hacíamos) en las segundas pasadas, eso quiere decir que tiene un estilo de conducción muy claro que aplica desde el mismo inicio de la carrera. Con un poco más de entrenamiento “de carreras”, esas curvas largas sin o con poca visibilidad en las que puedes pisar sin miedo hasta un momento concreto, quizás se podrían haber apurado un poquito más en las primeras pasadas como desde luego hacíamos en las segundas, pero por lo general a mi modo de ver había muy poco que mejorar.

El sentido del ataque de un campeón como lo es Ventura no se pierde con los años, la seguridad con la que ejecuta el golpe de volante, el pilotaje en suma, tampoco. Había zonas rápidas en la bajada de La Trona que eran alucinantes y nosotros apurábamos de lado a lado de la cinta de asfalto. Su estilo y sentido de la eficacia en un tramo de rally de los de antes, como en el asfalto antiguo de La Roca (La collada del Vilar), con sus baches, ondulaciones y remiendos, me hacía comprender porque Jordi era letal en este tipo de situaciones. Un auténtico fenómeno, vaya.

Es imposible dejar de pensar donde hubiéramos estado con un coche R5, algo que en el fondo es estúpido de pensar porque nuestro papel en el Osona 2019 estaba pensado que fuera el de divertirnos yendo rápidos, como así fue. Luchar por un campeonato o una victoria ya no es nuestro problema, sí hacerlo lo mejor que podamos utilizando con habilidad lo que tenemos entre manos y eso creo que lo cumplimos a la perfección, con un piloto de diez.

Con el de este año, Jordi lleva disputados 13 Ral·li Osona y el resumen de este palmarés es poco menos que impresionante: 4 victorias absolutas, 3 victorias y 1 segundo puesto en grupo N, 1 victoria en las copas Renault española y catalana, 1 victoria en el Volant RACC y 1 victoria… ¡en Clásicos de Velocidad!

Me apunto yo también con orgullo este último resultado, conseguido a su derecha, sumado a 3 victorias y 1 segundo puesto y también a 1 primero en grupo N y en el Volant RACC. El Ral·li Osona siempre será, para ambos, una de las carreras faro de nuestro pasado deportivo.

Antes de finalizar quiero compartir algunas reflexiones breves, todas en torno a la importancia del organizador en las pruebas de carretera. Problemas de cronometraje en La Vola, ajenos a la misma por ser un servicio contratado, echaron al traste una buena parte del interés deportivo en la carretera: la carrera se convirtió en un mini rally. Además, la cobertura telefónica casi inexistente en el final del tramo y otros inconvenientes con emisoras por las que se paga un dinero, fueron contratiempos que soportó calladamente el organizador.

Días antes de la primera fecha del rally se comunicó por parte de la Diputación de Girona la no autorización para efectuar como tramo cronometrado el sector de la GV-5441 hacia Espinelves. Pero es que durante la semana de la nueva fecha se prohibió incluso que el rally circulara por dicha carretera como recorrido de enlace ¡inaudito! El resultado fue el recorte de más de medio tramo de Sant Julià ya que no había otra salida para enlazar con La Roca que hacerlo por la antigua L’Enclusa.

Y a todo ello hay que añadirle el lógico aplazamiento de la carrera a una semana más tarde debido a la situación del país. No dejo de tener en cuenta que los inconvenientes los han sufrido los equipos, ¡evidentemente!, pero también la organización. ¿Y si el viernes anterior a la segunda fecha se hubiera vuelto a prohibir la celebración, de nuevo por riesgo de incendio? Mal para todos, obviamente, aunque en esta ocasión afortunadamente nos salvamos de la hipotética situación, pilotos y organización.

¿Qué quiero dar a entender con esta coletilla final? Que todos debemos comprender que sin organizaciones dispuestas a afrontar estos retos no habría rallyes y que la vida que les queda a estas carreras, nuestros rallyes, sigue pasando sin ningún género de dudas por unas organizaciones amateur entregadas y con gente voluntaria (los comisarios propios y externos que acuden en ayuda) que gasta su tiempo haciendo que otros podamos correr y, además, asumiendo las auténticas faenas del funcionario de turno, afrontando los avatares de la técnica, los imponderables de las carreras y todo ello con la falta de recursos, cada vez más escasos. En el Legend Les Corbes pude ver una organización entusiasta y entregada, casi heroica, pero muy, muy justa de medios, demasiado justa diría yo. En el Osona la organización no ha estado tan al límite, había veteranía y hay más estructura, pero los palos a las ruedas han llegado desde diversos sitios… con Escudería Osona sola frente al peligro y los problemas… Gracias, seguid así organizadores (va para todos) y comisarios, el futuro de los rallyes depende más que nunca de vuestra actitud.

Josep Autet
8 de julio de 2019


Jordi Ventura-Josep Autet, Ral·li Osona 2019

Segon ral·li amb en Jordi Ventura. Com aquell que s'apunta a tots! Comprendreu que córrer a Vic per a mi és una cosa especial, fer l'Osona i més aquest any amb el colofó al cinquantenari que va significar la presentació, fa just un mes, del llibre ‘Escuderia Osona, 50 anys de Projectes’, té un gran significat personal. I fer-ho acompanyant a Jordi Ventura, un entranyable amic però –no ho oblidem–, el segon pilot amb més victòries a l'Osona i en el propi campionat de Catalunya, no és un fet menor.

Després de disputar el Legend Les Corbes van haver de passar diversos dies per a poder canviar plans i decidir afrontar l'Osona, la nostra segona cursa junts, per la qual cosa fins el cap de setmana anterior (els dos ral·lis estaven separats per dues setmanes justes) no es va concretar la nostra participació. Tot i això, arribàvem al ral·li ben entrenats perquè al llarg de la mateixa setmana de la cursa vam dedicar un parell de dies sencers a reconèixer els trams. Però el ral·li va haver de cancel·lar-se a causa de l'onada de calor i d’incendis que sofria el país. Així doncs, com tots els participants, vam passar els dies esperant que l'Osona finalment se celebrés una setmana més tard del previst, com feliçment així va ser. El dia anterior a la nova data del ral·li, divendres 5 de juliol, vam donar un parell de noves passades a tots els trams i, la veritat, els vam afrontar en cursa amb un nivell d'entrenament òptim.

Després dels ajustaments en la suspensió aplicats en la segona part del Legend Les Corbes, vam sortir a l'Osona amb el cotxe exactament igual. En Jordi tenia dubtes per si en els sots de La Roca el cotxe es notaria massa dur, però la veritat és que no vam tocar res en l'ajustament dels Reiger i la suspensió va funcionar de meravella. Realment en Jordi ha construït des de zero un cotxe excel·lent, i a més amb el regal afegit d'un rugit de motor que molts aficionats ens van remarcar: en els trams això s'agraeix.

La nostra cursa va ser molt regular, sense contratemps destacables, vam córrer molt, però un Golf GTI no és una màquina moderna ni infal·lible i dóna el que dóna. En la pujada a Romagats aquelles rectes es feien eternes, com també la part ràpida de La Trona o l'inici de La Vola, però això ja sabíem que era així i en absolut tenim dret a queixar-nos, correm amb un clàssic, la màquina ens va donar un resultat excel·lent i el servei tècnic de l’Albert, també. Aquesta vegada va ser un segon i mig el que va sobrar per a fer cinquens, això ens va fer ràbia al final, per què amagar-ho, més pel nostre instint competitiu que perquè ho mereixéssim, ja que els que van acabar cinquens, Oriol Boluda i Oriol Fuentes, van fer una apretada final amb el seu Clio RS que els va fer mereixedors per mèrits propis d'entrar en el top cinc, enhorabona a tots dos!

Això de tornar a les curses, ni que sigui per a divertir-se i experimentar sensacions gairebé oblidades té això, que quan et guanyen per tan poca diferència, com a Les Corbes per menys de 2 segons i aquí a l'Osona per menys d'1 segon i mig, comences a buscar la causa o l'explicació. Sense desitjar-ho, t'adones que vols esbrinar el per què: si massa pes (combustible, graella de llums, etc.), si en aquella corba podíem apurar més la frenada, si una cosa o una altra… Tant a Les Corbes com a l'Osona vam córrer molt i vam fer una segona part de ral·li a l'atac, crec que des de la cuneta es va notar, però un cotxe modern similar (ben conduït, clar) sempre portarà la davantera, no se li pot exigir més al nostre Golf de 175 CV.

Jordi Ventura va tornar a meravellar-me, vam baixar la primera Trona a tota velocitat i això es va notar: 5è escratx; la segona passada també, 8è, però llavors la competència ja portava les piles connectades. Podríem dir que La Vola, per la seva sinuositat, podia haver estat bona per a nosaltres si s'haguessin sabut els temps correctes de tots. Que s'anul·lessin les dues passades, una vegada fetes, va ser un gran inconvenient esportiu per a tots, una autèntica pena.

El pilotatge d’en Jordi és summament eficaç, eficaç i constant diria jo, milloràvem molt poc (si és que ho fèiem) en les segones passades, això vol dir que té un estil de conducció molt clar que aplica des del mateix inici de la cursa. Amb una mica més d'entrenament “de curses”, aquelles corbes llargues sense o amb poca visibilitat en les quals pots trepitjar sense por fins a un moment concret, potser es podrien haver apurat una miqueta més en les primeres passades com per descomptat ho fèiem en les segones, però en general hi havia molt poc a millorar. El sentit de l'atac d'un campió com ho és Ventura no es perd amb els anys, la seguretat amb la qual executa el cop de volant, el pilotatge en suma, tampoc. Hi havia zones ràpides en la baixada de La Trona que eren al·lucinants i nosaltres apuràvem de costat a costat de la cinta d'asfalt. El seu estil i sentit de l’eficàcia en un tram de ral·li dels d'abans, com en l'asfalt antic de La Roca (La collada del Vilar), amb els seus sots, ondulacions i pedaços, em feia comprendre per què en Jordi era letal en aquest tipus de situacions. Un autèntic fenomen, vaja.

És impossible deixar de pensar on haguéssim estat amb un cotxe R5, cosa que en el fons és estúpid de pensar perquè el nostre paper a l'Osona 2019 estava pensat que fos el de divertir-nos anant ràpids, com així va ser. Lluitar per un campionat o una victòria ja no és el nostre problema, sí que ho és fer-ho el millor que puguem, utilitzant amb habilitat el que tenim entre mans i això crec que ho vam complir a la perfecció, amb un pilot de deu.

Amb el d'aquest any, en Jordi porta disputats 13 Ral·li Osona i el resum d'aquest palmarès és poc menys que impressionant: 4 victòries absolutes, 3 victòries i 1 segon lloc en grup N, 1 victòria en les copes Renault espanyola i catalana, 1 victòria en el Volant RACC i 1 victòria… en Clàssics de Velocitat!

M'apunto jo també aquest últim resultat, aconseguit a la seva dreta, sumat a 3 victòries i 1 segon lloc i també a 1 primer en grup N i en el Volant RACC. El Ral·li Osona sempre serà, per a tots dos, una de les curses far del nostre passat esportiu.

Abans de finalitzar vull compartir algunes reflexions breus. Totes entorn de la importància de l'organitzador en les proves de carretera. Problemes de cronometratge a La Vola, aliens a la mateixa per ser un servei contractat, van engegar a rodar una bona part de l'interès esportiu en la carretera: la cursa es va convertir en un mini ral·li. A més, la cobertura telefònica gairebé inexistent amb el final del tram i altres inconvenients amb emissores per les quals es paga uns diners, van ser contratemps que va suportar calladament l'organitzador.

Dies abans de la primera data del ral·li es va comunicar per part de la Diputació de Girona la no autorització per a efectuar com a tram cronometrat el sector de la GV-5441 cap a Espinelves. Però és que durant la setmana de la nova data es va prohibir fins i tot que el ral·li circulés per aquesta carretera com a recorregut d'enllaç, inaudit! El resultat va ser la retallada de més de mig tram de Sant Julià ja que no hi havia altre manera per a enllaçar amb La Roca que fer-ho per l’antic tram de L’Enclusa.

I a tot això cal afegir-hi el lògic ajornament de la cursa a una setmana més tard a causa de la situació del país. No deixo de tenir en compte que els inconvenients els han sofert els equips, evidentment!, però també l'organització. I si el divendres anterior a la segona data s'hagués tornat a prohibir la celebració, de nou per risc d'incendi? Malament, òbviament, encara que en aquesta ocasió afortunadament ens en vam salvar tots de la hipotètica situació, pilots i organització.

Què vull donar a entendre amb aquest afegitó final? Que tots hem de comprendre que sense organitzacions disposades a afrontar aquests reptes no hi hauria ral·lis i que la vida que els queda a aquestes curses, els nostres ral·lis, continua passant sense cap mena de dubtes per unes organitzacions amateur entregades i amb gent voluntària (els comissaris propis i externs que van a ajudar) que gasta el seu temps fent que uns altres puguem córrer i, a més, assumint les autèntiques clatellades del funcionari de torn, afrontant els avatars de la tècnica, els imponderables de les curses i tot això amb la falta de recursos, cada vegada més escassos. Al Legend Les Corbes vaig poder veure una organització entusiasta i entregada, gairebé heroica, però molt, molt justa de mitjans, massa justa diria jo. A l'Osona l'organització no ha estat tan al límit, hi havia experiència i hi ha més estructura, però els pals a les rodes han arribat des de diversos llocs… amb l’Escuderia Osona sola davant del perill i els problemes… Gràcies, continueu així organitzadors (va per tots) i comissaris, el futur dels ral·lis depèn més que mai de la vostra actitud.

Josep Autet
8 de juliol de 2019

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