Por Rosa Tantiñà.
Albert Einstein lo dijo: La vida es como montar en bicicleta; para mantener el equilibrio, debes seguir moviéndote. Es cierto y además un principio básico, aunque seguramente éste sería un poco más discutible si se aplica a la hermana mayor de la bici, la moto, y en especial al deporte del equilibrio por antonomasia: el trial.
Quizás, tras ver lo visto, estaría más de acuerdo con Betsy Jacobson para definir esta especialidad de la que nuestro país es la principal potencia mundial: El equilibrio no radica en gestionar mejor el tiempo, sino en gestionar mejor los límites. Y de límites, el trial al aire libre sólo conoce los que quiere alcanzar cuando se practica, momento en el que entra en juego el talento, la armonía, el contrapeso, la simetría de las grandes figuras nacionales que le han dado vida y que han conseguido cetros mundiales: Jordi Tarrés, Marc Colomer, Adam Raga y, desde hace años, otro rey que parece indestronable, Toni Bou.
En plena carrera de periodismo aún, y estrenándome como responsable de una sala de prensa junto a Miquel Rovira, el primer evento deportivo que cubrí con sello JAS fue el Campeonato del Mundo del Trial que en la primavera de 1994 se celebró en Tossa de Mar, organizado por MCT y Esedos, que nos confiaron la comunicación.
Pude disfrutarlo poco ya que el trabajo apremiaba, pero sí que entendí que para ese grupo de pilotos con moto sin sillín, pocos límites existían y que las crestas de las rocas moldeadas por las olas del mar no eran obstáculos sino diversión si te encaramabas a ellas sobre una única rueda. Qué gozada ser espectador de aquello y en zonas marcadas a pie del mar, un escenario irrepetible a día de hoy por el cambio de normativas. Esa prueba a doble jornada, la octava del mundial de la citada temporada, la ganó Jordi Tarrés y su GAS GAS, tándem que rubricó la corona al final de la campaña.
Transcurrieron los años y las circunstancias hicieron que justo una década más tarde, en 2004, GAS GAS tuviera en sus filas a tres Campeones del Mundo: Los consagrados Tarrés y Colomer, que con siete y cuatro mundiales superaban dos manitas, y un pujante Raga, que ya acumulaba en su palmarés dos Campeonatos del Mundo de Trial Indoor por aquellas fechas y era el piloto mejor posicionados para suceder a sus veteranos compañeros. Todo ello sin contar los numerosos éxitos en Campeonatos de España.
Con esos tres pilares, más otro joven que apuntaba alto, Jeroni Fajardo, asesorado y seguido en todas las carreras por Marc Colomer, GAS GAS ponía las bases para garantizarse la continuidad de futuro. Y con ellos hacía gala de la presentación de la réplica de la moto que había dado ese año 5 títulos a Raga, una edición limitada a 400 unidades fruto final del mejor banco de pruebas para la marca: la competición.
Ese acto fue una gozada. Lo presidían los aquel entonces propietarios de GAS GAS y renombrados expilotos de enduro, Narcís Casas y Josep Maria Pibernat, que escogieron el Museo y Centro de Estudios para el Deporte Dr. Melcior Colet para descubrir la moto, rodeados de medios de comunicación. Verlos a ellos tan satisfechos de la bautizada TXT, junto a su trío de Campeones, se convirtió en un pasaje histórico del mundo del trial, muy aplaudido por todos los asistentes.
Pero lo más anecdótico aún tenía que acontecer. ¿Cómo podíamos permitirnos contar con la plana mayor del trial del momento y no ver trial? Pues nada, Adam se enfundó su mono y, dejando atónito al auditorio, autoridades que flanqueaban el evento incluso, arrancó la moto e hizo una demostración light, pero demostración al fin y al cabo, de trial en plena urbe, en la manzana que forman las calles Buenos Aires, Londres, Villarroel y Casanova de Barcelona. Los peatones estaban asombrados y los conductores, pasmados. Cómo nos reímos y cómo nos aplicamos aquello de que, si se intenta, no hay límites… y en trial, menos. Apuntar que las dos temporadas siguientes, 2005 y 2006, Adam Raga ganaba el mundial de trial, cediendo posteriormente el testigo a Toni Bou, que aún lo mantiene.
En mi despacho en JAS cuelgan muchas fotos de pasajes vividos gracias a lo que nuestro equipo ha hecho a lo largo de muchísimos años y dos de ellas son grandes y están bien enmarcadas: Una imagen de buen trial entre mar y rocas, y la foto que ilustra este texto, en la que Adam Raga, sin pensárselo dos veces, aquel 26 de mayo de 2004 se apuntó otro tanto: Practicó el trial urbano, ante la mirada de Jordi Tarrés –su mentor durante años–, Marc Colomer y su compañero de equipo, Jeroni Fajardo. Esa imagen fue un regalo cortesía de Pol Santamaria, aquel día testimonio de lo que pocas veces debe haberse improvisado en una transitada capital.
La felicidad no es una cuestión de intensidad, sino de equilibrio, orden, ritmo y armonía, decía el escritor católico y místico estadounidense, Thomas Merton. No sé si es cierto aunque suena bien, pero lo que sí es verdad es que ese día el trial nos obsequió a todos con un momento feliz.
A nuestros trialeros protagonistas no les gana nadie en cuanto a coronas: De los 20 pilotos que se han alzado con un título mundial desde 1975, sumando la especialidad outdoor e indoor, 43 están en sus manos (más otro de Albert Cabestany en X-Trial) y 37 se lo reparten los quince restantes. Sin olvidarnos de Laia Sanz, que desde 2000 suma 13 títulos –los mismos que Bou– en categoría femenina.
Metida en calzador la frase que viene ahora, pero con toda la responsabilidad y atención que merece el tema, ojalá que estas cifran nos alienten a la hora de luchar por la superación de límites quedándonos en casa sin dar motor al coronavirus para que así, poco a poco, tu, nosotr@s, ell@s, tod@s podamos volver a hacer gala de un buen equilibrio con todas sus letras y en todas las facetas.
Por cierto, hay un magnífico vídeo que muestra como fue el Trial de Tossa de 1994. Si deseáis deleitaros con auténtico trial tocando olas y en un lugar tan emblemático y medieval como es esta ciudad amurallada, ahí va: https://youtu.be/v2EX6lx2cdI Observa la vida pero #stayhome. Gracias.
Rosa Tantiñà
JAS Info Service
9 de abril de 2020