“He empezado con la bici eléctrica y ha sido como el éxtasis”.
Jordi Tarrés Sánchez, 53 años, fue durante muchos años el indiscutible número uno del trial: siete títulos mundiales individuales, ocho en equipos por Naciones y nueve de España. Tarrés tomó el relevo de los pioneros de nuestro país y en 1987 marcó el camino a seguir para acceder a la cúspide internacional, algo que numerosos pilotos nacionales han sabido continuar, estableciéndose una cadencia imparable de personas y máquinas que han hecho de Cataluña y España la gran potencia en este deporte.
Jordi Tarrés atesora tantos trofeos en sus vitrinas como logros de todo tipo ha venido coleccionando fuera de las zonas de trial, el actual ser el máximo responsable de TRRS, factoría en la que se construyen las diferentes motocicletas One que se venden en todo el mundo. Tarrés nos habla de cómo está pasando la situación que estamos viviendo...
“Tuvimos que cerrar la fábrica entre el 1 y el 15 de abril, pero tanto antes como después hemos ido fabricando motos dentro de las posibilidades que nos permitía la situación y también el suministro de materiales de los proveedores, en especial de China e Italia. La verdad es que no nos podemos quejar. Aunque no hemos producido lo previsto ni en marzo ni en abril, esta menor fabricación se equilibró con la cancelación de algún pedido, de modo que actualmente volvemos a tener un ritmo de producción normal y en lo que va de mayo hemos recibido algún pedido importante que lo convierten en un buen mes”.
“El trial tiene una fuerte tirada de ventas a la salida del invierno, mucho más que en verano o en otra estación. En la época estival el entusiasta ya tiene su nueva moto y lo que quiere es disfrutar de ella. El acierto de TRRS es que, aunque España sea el país donde más vendamos, en realidad exportamos casi el 90% de nuestra producción. Nuestras motos llegan a lugares recónditos: Taiwán, Corea, Hong-Kong, Japón, Tailandia, Irán, China, Australia… los países asiáticos son el futuro porque están comprobando las grandes posibilidades de nuestras motos en unos lugares sin tantas restricciones como en España o en Europa en general”.
“Yo he aprovechado estos días para organizar cosas en casa y también hacer más deporte, la dieta y la falta de movimiento empezaban a hacer de las suyas. Tengo la suerte de que cuento con mucho terreno para moverme y a falta de moto he empezado a salir con una de las primeras e-Bike, una bicicleta eléctrica de altas prestaciones que introduciremos este 2020. Para mi moverme en bici eléctrica ha sido como el éxtasis, la hacemos en TRRS pero me he quedado entusiasmado con las posibilidades que brinda al cliente. Por lo demás he podido hacer cosas impensables, como cultivar un huerto en el que tengo un poco de todo”.
Hay gente que piensa que TRS y TRRS son marcas distintas, no es así. Cuando lanzamos TRS Motorcycles en 2015 nos reclamó una empresa turca de recambios de camiones y sustituimos nuestro nombre por TRRS, con otra R camuflada, lo que en el fondo es lo mismo y se lee igual. Estoy contento de cómo nos han ido las cosas en estos casi 5 años de actividad, yo no tengo dudas sobre el futuro, habrá dificultades y eso está claro, pero si un trialero espera para comprar su nueva moto, acabará adquiriéndola porque nuestro cliente pertenece generalmente a un estatus que puede acceder a una actividad que le apasiona y tras la inactividad por la pandemia sus ganas de hacer trial habrán aumentado”.
“Tras el verano volveremos a competir con nuestro propio equipo y con otros de privados que utilizan nuestras motos, posiblemente los viajes entre países europeos tardarán en poderse hacer, creo que la competición nacional lo tendrá mucho más fácil, ¡y TRRS seguirá al pie del cañón!”.
Josep Autet (14 de mayo de 2020)
JAS Info Service
Próximo relato: Álvaro Bajo, 18 de mayo de 2020