Por Josep Autet.
Es una frase hecha, nada más que eso. Dícese cuando se frustra o malogra algo con lo que se contaba y que ya por ello causaba alegría, un significado que en realidad le viene al pelo a lo que representó nuestra rotura en el pasado Rallysprint de la Cerdanya, prueba en la que tanto Jordi Ventura como un servidor teníamos puestas muchas expectativas. Pero las cosas son así y a ello hay que remitirse.
El inmenso trabajo que bajo la dirección de Jordi Ventura se ha llevado a cabo en el famoso Ford Sierra RS Cosworth matrícula GI-4535-Y vio la luz el pasado sábado en esta pequeña pero interesante prueba catalana. Remito a quien le apetezca conocer de primera mano cual es el historial de este automóvil a que lea el texto publicado en www.jas.es el pasado día 23. Es realmente admirable y meritorio que alguien tenga el interés de reconstruir una pieza de un modo tan concienzudo como lo ha hecho Ventura con este Sierra.
Si en su día Sport Garage construyó una competitiva versión de grupo N tomando como base una versión Sierra RS Cosworth de serie, coche que Josep Calm logró mantener en un muy alto nivel competitivo durante los dos años que Ventura corrió con él, ha sido tres décadas después que Albert Soler (Albert Sport) y diversos proveedores, entre ellos el propio Josep Calm, han logrado con la voluntad de Jordi Ventura dar vida a una pieza que muy pronto dará mucho de qué hablar.
El escrupuloso trabajo de reconstrucción obligó a desmontar el coche por completo hasta dejar la carrocería desnuda, se le pasó el chorro de arena, sustituyó el arco de seguridad por uno con homologación FIA, reparado partes que tenían golpes y óxidos y se reforzó y soldó todo el conjunto con especificaciones máximas de grupo A, lo que le otorga una gran robustez. Se han instalado la mayor parte de piezas originales, debidamente revisadas, y rehecho el motor por completo.
Turbo, intercooler, radiador, caja, diferencial, frenos, puente trasero, manguetas, suspensiones Reiger, electrónica Motec, etc. todo es de grupo A. Nuevos son también el tablier, los paneles de las puertas, los asientos recaro de kevlar-carbono, arneses de 6 puntos, la instalación eléctrica entera, las luces, el depósito de gasolina de seguridad... nada ha quedado al azar, se ha intervenido en todo el coche y su estado es realmente impecable.
De septiembre de 2019 a julio de 2020, justo cuando ha debutado, el trabajo de Albert Sport ha sido de alto nivel y sumo cuidado al detalle, como siempre exige Jordi que sean sus coches. Falta ahora algo de trabajo en la entrega de potencia que el propio Josep Calm ya tiene en previsión y acabar algún que otro detalle de funcionamiento… así como sustituir la caja de dirección, que fue la que nos obligó a la retirada en la Cerdanya.
El escenario del reestreno del GI-4535-Y era ideal, por estructura de carrera y ubicación, por eso da rabia no haberlo podido aprovechar en su totalidad. Fuimos a reconocer el tramo, los dos tramos vamos, ya que la carretera de Alp a la Masella se recorría en ambos sentidos, el día antes de la competición. Sin tener que hacer esfuerzos, en un par de horas podías hacer una docena de pasadas en cada sentido, lo que nos permitió dejarlo liquidado durante esa mañana.
La carrera, a partir de las 13.30 del sábado día 25 y algo más de cuatro horas y media de competición, era un magnífico test para probar esta nueva pieza. En el primer tramo Jordi se fue acoplando a las reacciones de ese viejo conocido, ahora con más fuerza de la que tenía hace tres décadas. Jordi Ventura es de los pocos pilotos que ha vencido rallyes y campeonatos con coches de los tres tipos de tracción y ese Sierra fue precisamente el primero que le dio éxitos absolutos. Su experiencia en competición le confiere un golpe de volante prodigioso.
En las paellas Jordi insertaba la primera para lograr que el turbo ofreciera toda la potencia disponible para negociarlas, pero en ese momento la caja ofrecía un sonoro clac al engranar que desconcentraba algo al piloto. Por lo demás, las nuevas vitaminas del motor y la eficacia del resto del conjunto fueron aprovechadas en un buen tanto por ciento por Jordi en ese debut con el casco abrochado. De lo que se trataba era de hacer el primer tramo de carreras y aunque nos dejamos algún que otro segundo marcamos el 10º tiempo. En la segunda pasada, con más punch y ya sin utilizar la primera velocidad en las horquillas, al subir claramente atacando más, logramos el 6º tiempo, 6,4 segundos más rápidos que en la subida anterior y con un funcionamiento del conjunto perfecto, aunque considero que con margen para rebajar tiempo.
En el enlace hasta la asistencia previa al tercer paso se oyó un ruidito que Jordi consideró anómalo, aún cuando el coche no dejó de funcionar bien en ningún momento. Fue en el cuarto de hora escaso que teníamos para revisar el coche en Alp que Albert Soler, al incorporarse tras echar una ojeada a la parte inferior del coche, nos dejó sin habla: “Se ha abierto la caja de la dirección y va perdiendo líquido, no se puede seguir así, acabará por salirse todo el aceite y el escape pasa muy cerca…”.
Uno siempre quiere más, la tercera pasada, presuntamente más cerca del tope de nuestras posibilidades, hubiera mostrado hasta donde se puede llegar, pero con ese deseo nos quedamos… Supo mal, en especial por el autor material de la reconstrucción y obviamente por un Jordi Ventura que con ilusión y las cosas muy claras ha dirigido este trabajo para lograr un coche que rememora unos tiempos lejanos que edificaron su fama de piloto eficaz, seguro y extraordinariamente fiel a su forma de ser. Los coches que ha tenido Ventura siempre han lucido la mejor preparación posible, una especial atención al detalle y la imagen más cuidada del vehículo y las marcas que hacen posible que pueda competir.
Habrá más posibilidades, seguro, por el momento hay que pasar este verano tan difícilmente peculiar en el que vivimos y, ya en otoño, realizar un test para acabar de ver lo que esta dichosa caja de dirección no nos permitió comprobar del todo, aunque tanto Jordi y un servidor, como la mayoría de los que nos vieron correr tenemos claro que las posibilidades de este Sierra RS Cosworth están aún por descubrir del todo. Tiempo al tiempo.
Josep Autet
27 de julio de 2020