El divorcio que hubo en 1979 entre Brabham y Alfa Romeo en su colaboración en la Fórmula 1 propició que la marca italiana alineara sus propios coches. El Alfa 177, con chasis y motor realizados por Autodelta, entró en competición a finales de 1979 y muy poco después lo hizo con la versión 179, con los pilotos Bruno Giacomelli y Vittorio Brambilla. Fue en 1980 cuando el equipo fichó a Patrick Depailler, que venía de correr en 1979 con Ligier tras casi toda su vida como piloto de Tyrrell.
En todo caso, al francés se le veía el día de su presentación –muy a principios de 1980– con las secuelas bien visibles de un accidente de ala delta que había tenido en junio del año anterior y que había arruinado su temporada cuando la lideraba al volante de su Ligier. De hecho, Patrick fue fichado desde la cama del hospital, algo inaudito, manteniéndose a Giacomelli como segundo piloto.
El Alfa Romeo 179 no acababa de funcionar ese año, aunque lo más grave no fue eso sino la tragedia que el equipo vivió el 1 de agosto de 1980, este año ha hecho 40 años. En una jornada de pruebas en Hockenheim, Depailler se estrellaba con su monoplaza y fallecía en el acto.
Hace unos meses, Bruno Giacomelli respondía a las preguntas del periodista de Auto Hebdo en el que el italiano pasaba balance a la que fue su vida deportiva. A nosotros nos interesó especialmente la parte en que el excampeón europeo de F-2 explicaba su trágica vivencia aquel 1 de agosto de 1980 en el circuito alemán…
Habla Bruno Giacomelli: “Depailler llegó ese año 1980 al equipo aún con problemas bien visibles en las piernas. Patrick era un tipo sociable, me entendía bien con el y debido a que el equipo estaba efectuando una jornada entera de test con vistas al Gran Premio de Alemania, estábamos todos en Hockenheim aquel 1 de agosto. Tuvimos muchos problemas a lo largo de la jornada. Patrick había rodado con su 179 antes que yo y me pidió si podía dar unas vueltas con su coche para que pudiera darle mi opinión, ya que según parece el notaba algo que no le gustaba o iba mal, pero no sabía qué. Hice dos vueltas sin forzar demasiado y paré, hablamos y luego subió de nuevo a su coche. Pasó veloz una vez por delante de boxes y ya no lo hizo más… Se escuchó un fuerte estruendo y salimos todo lanzados con un par de coches hasta la rapidísima ‘Ostkurve’… aquello fue dantesco, la pista estaba llena de trozos de coche, el coche destrozado encima del raíl… estaba tan grave que falleció poco después en el hospital de Heidelberg”.
Según parece, dados sus problemas en las piernas que le dificultaban mucho el pilotaje, Depailler y su nueva pareja se habían tomado unos días de vacaciones en las islas Azores. También según gente que le vieron esos días de asueto, Patrick estaba feliz y relajado y se mostró, más que contrariado, algo perezoso por tener que interrumpir esas vacaciones para probar el Alfa en Hockenheim. No se supo nunca a ciencia cierta qué es lo que pasó, se habló insistentemente de la rotura de la suspensión, aunque también se dijo que se había deteriorado una faldilla lateral, eliminando el efecto suelo y saliendo el monoplaza volando. Depailler falleció a los 36 años.
En aquel Gran Premio de Alemania sólo corrió un Alfa Romeo 179, el de Bruno Giacomelli, que finalizó en un buen 5º puesto absoluto. Pero Patrick Depailler ya no estaba allí para celebrarlo…