Por Josep Autet.
La vorágine en la que vivo estos días no me ha dejado el tiempo necesario para hacer la pequeña crónica que suelo redactar tras los rallyes en que participó. Porque sí, el último fin de semana de verano acompañé a Carlos Beltrán en su portentoso Porsche 911 Carrera RS 3.0 en el 50 Ral·li d’Andorra, prueba en la que no había participado nunca y de la que muy próximamente comunicaremos noticias.
Hoy en día el tiempo y las cosas pasan de un modo tan vertiginoso que no hay posibilidad de saborear nada. Es algo mental, estoy seguro, pero la cadena de actividades que se amontonan en el día a día ya no son algo personal, sino real como la vida misma. Una crónica de Andorra el pasado lunes era una cosa pero hacerla a una semana vista es otra de distinta. Y hoy tenemos muy poco que explicar y menos a celebrar tras el terrible accidente sufrido por dos rallystas en Llanes. Nada de lo que hoy pueda contar tiene importancia alguna ante esta tragedia.
En una única semana no sólo se ha pasado del verano al otoño, de ser actualidad a historia solo siete días después; también se ha saltado abruptamente de la alegría a la tristeza, de la vida a la muerte. No puedo dejar pasar este escrito sin hablar de Jaime y Diego, estos piloto y copiloto que dejaron su vida en un pretil de la bajada del Fito. A la gente de los rallyes y a los deportistas en general nos duele mucho esta noticia, no conocía a los infortunados pero pienso en sus familias y en todo lo que deben sufrir tras este luctuoso suceso. También duele la muerte del joven motorista Dean Berta Viñales en el circuito de Jerez. Tres muertos en un mismo fin de semana es demasiado para el motorsport nacional. Descansad en paz amigos.
Dejaré patente que correr el 50 Ral·li d’Andorra fue una de aquellas posibilidades que sólo la actividad continuada y los amigos pueden hacer posible. Participar en un rally de regularidad con Carlos Beltrán es hacerlo para salir a disfrutar, no importa el resultado, lo único que se busca es pasarlo bien y evitar por todos los medios romper nada del valioso RS de 1974. Eso lo logramos tras experimentar un itinerario realmente difícil y técnico en el que aún yendo sin tener en cuenta la regularidad era poco menos que imposible cumplir los promedios globales. Y ya no digamos mantenerlos durante todo un tramo. Carlos es un piloto cabal que tiene muy claro lo que tiene entre manos.
Quedé maravillado del itinerario andorrano, son muchos años los que llevo trabajando para el Automòbil Club d’Andorra pero recorrer una parte de los puertos de montaña del país tal como pude hacerlo con Beltrán es otra cosa. Hay que pilotar fino y las posibilidades de error siempre están ahí, en unos tramos que exigen concentración y sólo dan satisfacción... si sabes encontrarla. Carlos estaba al frente de su Nou Onze Team, que con Antonio y David Cubero (Porsche 911S) logró el triunfo en la C1 y con Francesc y Joaquim Segú (Porsche 914/4) la tercera plaza en C2. Sin duda una buena experiencia, nunca un trofeo “finisher” llegó a ser tan deseado. En casa luce ya.
El otoño empezó pues y en mi caso metido en mil cosas. Además de lo contado hemos podido saludar el apoteósico título de Alex Palou en la Indy Car norteamericana. Habíamos hecho algo con él cuando era un joven valor del programa de Joves Pilots del Circuit de Catalunya pero los caminos se diluyeron. Este año en apoyo del RACC hemos podido hacer con Alex un interesante asunto de comunicación justo antes del último round de su maravillosa temporada. Para mi, Carlos Sainz, Fernando Alonso y Alex Palou cuentan con los tres más grandes entorchados de nuestro automovilismo. Ahora sólo falta que Alex logre la segunda corona para igualar a sus colegas.
Esta semana inauguramos Automobile Barcelona, este jueves 30 es la jornada de prensa en la que estamos metidos a fondo. Y la próxima semana será el turno del Festival de la Velocidad de Barcelona, con carreras de los mejores GT del mundo. La semana del 11 de octubre le tocará el turno al RallyRACC del mundial, seis días con el WRC de nuevo en nuestra tierra. Y la siguiente... pues tocará el Jerez Historic Festival en coincidencia con una nueva participación de un servidor a la derecha de Jordi Ventura y su Ford Sierra RS Cosworth de grupo A.
¿Y noviembre? Se esperan novedades pero están en la cocina y cuando las tengamos listas las serviremos con gusto desde esta ventana. Cuando te vas haciendo mayor –y cuando digo mayor quiero decir mayor, no sólo cuando vas cumpliendo años, ya me entendéis– uno se pregunta si tanta actividad puede ser del todo buena. Mi respuesta interior es que si, ¿quién garantiza que dentro de un año, o dos, o tres, se pueda mantener este ritmo o simplemente pueda hacer alguna de las cosas que os cuento? Nadie. Por eso hay que hacer y no preocuparse, el problema es cuando algo de lo que llevas a cabo te genera un estrés excesivo que puede llegar a resultar perjudicial. Esto sí hay que saberlo detectar y actuar adecuadamente.
Por el momento sigo el camino de este otoño recién estrenado. Os agradezco que hayáis llegado al final del texto y os aseguro que me encanta que así sea. Prometo regresar un poco antes la próxima vez, ya me decís si os resulta interesante que os cuente cosas con este estilo mío tan particular. Gracias de nuevo y suerte con todo. Siempre adelante.
Josep Autet
Vic, 27 de septiembre de 2021