Algunos personajes del Club 600 de Barcelona (III) 



Por Antonio Arderiu.

No son todos los que eran, pero si algunos con los que tuve una mayor vinculación, aunque sin duda habrá más comentarios de gente del Club 600 Barcelona en el futuro.

Eduardo Martínez-Adam
Entre los que frecuentábamos el Club 600 estaban, como he comentado anteriormente, los hermanos José y Eduardo Martínez-Adam. Cuando Antonio Zanini pasó a formar parte de Seat en el memorable Rallye 2000 Virajes de 1972 y se impuso al scratch con el 1430 de grupo 2 preparado en Madrid, fichó de copiloto a Eduardo, excelente persona, muy meticuloso y muy sereno, cualidades ambas que creo deben tener los copis. Creo que hicieron tándem hasta 1975 en que las obligaciones profesionales de Eduardo le impidieron seguir profesionalizándose. Creo también que ese tándem fue uno de los equipos de Seat Competición mas duradero, con permiso de Salvador Cañellas y Daniel Ferrater y de Jorge Bäbler y Pepito Adell. Lamentablemente, el robo de un carnet de ruta en el 2000 Virajes’75, cuya culpa se atribuyó injustamente a Eduardo (el autor del robo sigue vanagloriándose de ello), hizo que D. JJ le reemplazase por Juan José Petisco al año siguiente.

Pero lo que quizás Vds. no sepan es que Eduardo, además de excelente copiloto, era también un piloto rapidísimo. En un Trofeo Escuderías Catalanas celebrado en Montjuich, tuvo que hacer de “pace car” con un Seat FU 1600 granate de estricta serie. Cuando lo vimos pasar por La Pérgola, su hermano José y yo advertimos que no iba de paseo precisamente y nos dedicamos a cronometrarle. Y, de las tres vueltas que dio, dos las hizo en 1 minuto y 59 segundos, mientras que la vuelta rápida en carrera fue de… ¡¡2m 01s!! De igual modo, haciendo de ouvreur de Seat en el Costa Brava de 1976, en el tramo de Collformich donde le cronometraron los de Seat, hizo un tiempo que le hubiera colocado 4º scratch. ¡Y eso que conducía el Grupo 2!

Amadeo Rottier
Otro de los personajes que, de vez en cuando, se dejaban caer por el Club 600 de Barcelona era Amadeo Rottier. Era piloto, en sus inicios, de un Mini 1000 y, no sé como se lo hacía, pero siempre ganaba su clase. Era muy rápido y, cuando pasó al volante de un Seat 1600, empezó a dar caña a más de una figura consagrada.

No se qué trucos utilizó pero convenció al Sr. Ros de que organizase la asistencia del Rallye de Monte-Carlo de 1976, en que fue de copi de Ramón Surribas, que pilotaba un Simca 1000 Rallye preparado por el concesionario Fugarolas de Mataró. A hacer la asistencia fuimos el propio Sr. Ros, José Martínez-Adam y creo recordar que Juan Nonell. También vinieron Jordi Marco y Josep Buixeda, con los que nos fuimos a ver el Turini.

El Sr. Ros y Juan Nonell iban con el coche del primero y los otros en la Volkswagen Variant de mi Sra. madre que, como pueden ver por anteriores artículos, era muy sufrida. El cuartel del equipo se montó en Beausoleil, en un hotel que había buscado el Sr. Ros. Y que, frente a los demás españoles salidos aquel año, era todo un lujo, pues los había alojados en la Rue de France, en Niza, algo así como la calle de la Montera.

Surribas y Rottier acabaron el rally pero no lograron pasar el corte de la noche del Turini, lo que no quita mérito, sino que lo acrecienta, a su hazaña con el Simca 1000 en un año en que la nieve fue generosa.

Al año siguiente, 1977, Amadeo volvió a tentar la suerte y salió al “Monte” con su Seat FU 1800, acompañado de Federico van der Hoeven. Con este aparato en versión 1600 había quedado 7º en el Trofeo Escuderías Catalanas celebrado en Montjuich en octubre de 1974, por lo que ya apuntaba sorpresas. Otra vez bajo los auspicios del Sr. Ros, que en esta ocasión no pudo venir, fuimos a hacer asistencia el que escribe y José Mª Galofré, además de otro vehículo que aportó el propio Amadeo que creo lo conducía Jordi Ramos (no lo recuerdo bien). Fuimos esta vez en el Simca 1200-S, naturalmente de mi Sra. madre, que lo había cambiado por la Variant.

Llegamos hasta Digne-les-Bains con las ruedas de clavos para el Seat de Amadeo, pues allí se concentraban todos los itinerarios y se disputaba la primera especial del rally, el Col de Corobin. Como estábamos reventados, nos fuimos a cenar a la pizzeria de la plaza y, estando allí, empezaron a llegar los tiempos del Col de Corobin. Y la sorpresa fue mayúscula cuando vimos que Amadeo había hecho ¡¡el 7º scratch!! Me podrán decir que si fue de los primeros que pasó, que si no encontró la nevada que cayó durante toda la noche, etc. etc. Pero, a ver quien es el guapo capaz de firmar este resultado ¡¡siendo un equipo enteramente privado!!

Lamentablemente no pudo consolidar este éxito. Al día siguiente, estando en Roquesteron, a las puertas de la casa de una conocida actriz que salió a departir con nosotros, pasó Antonio Zanini y nos aviso de que Amadeo se había dado un “moco”, creo que en Burzet, ¡¡lástima!! Y ya aprovecho para agradecer a Antonio, una vez más, que se parase de noche en un tramo de enlace apretado, para darnos la triste noticia y el lugar del accidente.

Josep Esteller Riera
Era el rey de los Simca 1000 naranjas de AutoSport. Empezó con un Seat 850 Especial pero, cuando se montó la Escudería Condal y entró en vigencia el acuerdo con AutoSport, fue el jefe indiscutible del grupo. Como he expuesto anteriormente, era un piloto muy preciso en las trazadas y con el Simca parecía volar sobre el asfalto. En aquel Cavas de 1972 intenté seguirle desde Dehesa de Campoamor pero, obviamente, en las rectas de Villena, entre una cosa y “otra”, lo perdimos de vista. Cuando volvimos a coger el rally, lo encontramos también en el tramo de La Llacuna. Allí es donde vi que parecía flotar sobre el asfalto pues, en las paellas donde estábamos, entraba sin mucha comedia (ni frenadas cantarinas, ni chirridos, ni nada de eso), iba al centro y dejaba deslizar el coche para dar gas y salir disparado, ¡¡un espectáculo!! Aparte de ello, era un contertulio que gustaba escucharle pues siempre aprendías algo interesante y las bromas con Carlos Llop y Carlos Dalmau eran continuas.

Josep Mª Galofré
¿Vds. saben que en algunos trámites se exige la presencia de un hombre bueno? Pues José María era el hombre bueno del Club 600. Siempre dispuesto, de buen humor y ayudaba siempre en lo que pudiese colaborar, por muy pesado que fuese el asunto. Con él hicimos la asistencia de Amadeo Rottier en Monte-Carlo y, la verdad, fue un excelente compañero durante todo el viaje y yo creo que lo pasamos bien, artista de cine incluida. Lo malo de José Mª fue que cometió una temeridad: acompañarme de copi al Mini Rally del Biela Club. No pasamos de los entrenamientos por una magnam fostiam en el Pont de Vilomara, otra vez en el coche de mi Sra. madre que, afortunadamente, estaba en Lourdes. Es que todavía no sabíamos ni entrenar y nos pensamos que la cosa ya iba de carreras.

Francesc Xavier Gambús Freixa
Era el Secretario General y el que lo organizaba todo. Con precisión casi militar cuidaba de que todo funcionase y, sin su dirección, los Sport-Prototipos no se habrían visto correr en Montjuich. Además de sus funciones en el Club 600 de Barcelona y en la Flor de Maig, hacía de Director de Carrera en La Mina, controles en el Barcelona–Andorra, colaboraba con el Biela Club en el 2000 Virajes y así un largo etc. etc. El y este que escribe (que es su primo) fuimos los únicos testigos oculares de la salida de José María Fernández – Alfredo Cortel en el Rallye Barcelona–Andorra de 1971 con el Porsche 914/6, concretamente en el km 13 del tramo de La Mina, en una curva con un puentecito a la que yo, desde siempre, le tengo manía (incluso hoy que está arreglada). Volvíamos de un control en el mismo rally y decidimos verlos pasar por este tramo, que ambos conocemos como la palma de la mano.

Como anécdota también les contaré que Xavier fue uno de los artífices de la victoria de Antonio Zanini en el Rallye 2000 Virajes de 1972 que le consagró como futuro piloto oficial de Seat. Resulta que debido a una tardía inscripción, la distancia en tiempo entre los Seat de Cañellas y Bäbler y el Gr. 2 de Zanini era muy grande, por lo que Antonio se hubiera quedado sin asistencia. Y fue Xavier quien lo colocó para salir el primero de los Gr. 2 y que así el “gap” no fuera tan grande y pudiera beneficiarse de la asistencia oficial.

Y así un gran número de personas que, sacrificando su tiempo y su economía, contribuyeron a que el deporte del automóvil, que era como una cenicienta, se fuera consolidando. No puedo mencionarlos a todos porque seria como escribir una enciclopedia pero recuerdo muy bien a Juan Nonell Gómez, a D. José Pérez Rodríguez, a Alejandro Dalmau y sus bromas, a Elena Pérez, a Fernando Collado, a Albert Calafell y a tantos y tantos que ayudaban desinteresadamente. Por eso escribo este pequeño homenaje a todos ellos.

© Antonio Arderiu Freixa
México, 25 de julio de 2023
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