Por Elena Benito Alonso.
A Lorena Romero (Mollet del Vallès, Barcelona, 31 años), sin antecedentes familiares relacionados con la afición al motor, se le metió el gusanillo y la adrenalina de este mundo en el 2012, cuando la invitaron a ver su primer rally, un mundial, el RallyRACC Catalunya de ese año. Tres años después, otro amigo la invitó a probar, con él como piloto, a cantar notas, y desde entonces no ha podido sacarse de la cabeza la pasión por los rallyes.
Lleva tatuado en la mente y en el corazón, y como se ve en las fotos, también en la piel, el recuerdo del primer mundial que corrió. En 2022 participó, con Miquel Labarias como piloto, en el RallyRACC Catalunya — Costa Daurada. 10 años después de ver su primer rallye del mundial, pudo correr el primero, y esa ‘primera vez’ “es algo que no se olvida nunca”. Explica que llevaba un tiempo pensando en tatuarse algún recuerdo, pero todavía no había encontrado algo que le emocionase, y llegó esta prueba. El dibujo cuenta una historia, y además relaciona las dos pulsiones de Lorena, empieza con un cronómetro, herramienta imprescindible del copiloto: pone en marcha una frecuencia cardiaca —una señal del ámbito sanitario—, atraviesa su Peugeot 208 Rally4 —coche con el que hizo el RallyRACC 2022 y modelo con el que además sigue corriendo, ahora con Sergi Pérez como piloto— y termina en un corazón, símbolo de la pasión y las pulsaciones que nos mueven a todos.
Lorena Romero es copiloto de rallyes por auténtica necesidad vocacional, aunque no pueda vivir de esto. Y eso nos lleva a su otra faceta, de la que se alimenta, físicamente, pero también mental y anímicamente, pues es otra de sus pasiones: es sanitaria desde los 20 años, monitora de chicos con discapacidad. Durante la entrevista no deja pasar, y lo dice con verdadero agradecimiento, la suerte que tiene con la empresa en la que trabaja y sus compañeros, que le permiten compaginar estos dos mundos tan distintos, pero al mismo tiempo tan parecidos en cuanto al nivel de compromiso y vocación que exigen.
Queda claro que es una chica de pasiones, pasión por la ayuda a los demás en su faceta sanitaria, y pasión por el mundo de los rallyes y del motor, y así lo dejó también plasmado en su piel, con otro tatuaje que se hizo al poco de comenzar a copilotar con la frase: “Sólo entiende mi locura quien comparte mi pasión, no se explica ni se entiende, se vive y se siente”, que, como ella remarca varias veces, está aplicado a todos los ámbitos de la vida, de su vida, pues esas dos facetas principales a las que se dedica requieren de una alta vocación, interés y ganas.
Al charlar con ella sobre su familia y cómo reaccionaron cuando a los 23 años les dijo que iba a ser copiloto de rallyes, cuenta su anécdota más emotiva: su madre acudió a verla al Rally de La Llana, y al verla pasar a toda velocidad, de manera inconsciente se agarró al brazo del amigo que estaba al lado y dijo “¡ay, mi niña! ¿no podría haberse dedicado al ballet?”. Pero poco a poco se han ido haciendo a ello, sabiendo que el peligro es muy relativo: “La gente está acostumbrada a imaginar lo que ve en la carretera. Te dicen, es que si se sale el coche o vuelca a esa velocidad… Pero nosotros vamos mucho más seguros, desde el propio habitáculo del coche, el casco, el mono, etc. Aunque sea un vuelco espectacular normalmente piloto y copiloto salimos con algunos golpes y rasguños, nada más”.
Asegura que ya desde niña empezó a ver que esto de los coches llamaba su atención. Y aunque considera que este sigue siendo un mundo de hombres, y sin duda eso le ha provocado problemas —“a las mujeres que quieren entrar se las acusa de sólo querer figurar, aparecer en la foto”—, prefiere seguir cambiando las cosas al demostrar lo que es capaz de hacer, no desgastarse luchando contra cuestiones culturales y rutinarias que ella sola no puede arreglar de golpe. Lorena simplemente aprovecha: de los pilotos varones a quienes copilota y ha copilotado se queda con su competitividad porque la impulsa a conseguir los objetivos. Al copilotar a una mujer agradece la afinidad, la comprensión, la capacidad de disfrutar.
Y muestra de todo esto es también su participación y las ganas que pone en el proyecto “Dona Gas”, impulsado por el RACC. “Oriol (Julià) y Jordi (Barrabés) me llamaron para impulsar el tema de la mujer en este mundo, y yo voy encantada cada vez que me llaman”. El papel de Lorena en este programa, por ahora, es el de contar su experiencia en los cursos de copilotaje que preparan Julià y Barrabés. Pero ella no se quiere quedar ahí, preguntada por el futuro responde: “¿por qué no evolucionar y ser mentores? Me encantan los proyectos así, ayudar a la gente que quiere iniciarse”.
Y se cierra el círculo, una vida personal, laboral y profesional movida por la pasión y el interés por ayudar al de al lado.
Cuando se hizo esta entrevista Lorena estaba convencida de que iban a ganar, salían a luchar por ello, y así ha sido, al finalizar el 58 RallyRACC, el sábado 21 de octubre, Lorena Romero y su piloto Sergi Pérez, se proclamaron ganadores de la Beca RTS Júnior, del Trofeo S-CER de 2RM, de la Peugeot Rally Cup Ibérica, y Lorena del campeonato S-CER Copilotos Femenino Laura Salvo. Además de quedar terceros en la SúperCopa Categoría 2 y primeros de Grupo Rally4.
Con el título de la Peugeot Rally Cup Ibérica brillantemente conquistado y el de la Beca RTS Júnior a punto de caramelo, 2024 se vislumbra con una actividad frenética y mucho optimismo para, sin duda, la pareja deportiva del momento. Está claro que hablaremos de ello, de momento y desde aquí, ¡enhorabuena Lorena!
© Elena Benito Alonso
24 de octubre de 2023
JAS Info Service
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