Por Bilo Oliveras.
Ufff... nos tocó correr a fondo y mucho, muchísimo. Este Rallye Girona tenía inscripción de Campeonato de España: Porsche, R5 Turbo, Escort, Lotus, Seat… y las mejores manos.
Yo tenía el lujazo de tener de copiloto a Josep Autet y eso ya de por si es una garantía, que os voy a explicar de este fenómeno del copilotaje. Mi Porsche 911 SC de grupo 4, llevado por el taller TR2 y la logística de PromoService –Paco Crous y Ramón Termens–, iba de locura.
Con Josep entrenamos a fondo los tramos, incluso tres o cuatro días antes cerramos con nocturnidad y alevosía 5 km. del tramo Sant Grau para probar gomas y reglajes del auto. ¿Qué digo con ello? Muy sencillo, cuando se "curra" a fondo, la mala suerte la dejas atrás, no más llantos, quejas o aquel manido dicho: "si no hubiera sido por...".
Un detalle: tanta era la confianza que habíamos desarrollado en nuestras capacidades que en la segunda pasada por l'Atalaia me atreví a pasar el rasante en curva "de arriba" en 5ª enchufado, antes lo hacía en 4ª y con reparos...
Pues eso os repito: el trabajo te reporta un sinfín de ventajas, la primera la seguridad, la segunda la confianza (consecuencia de la primera) y con ello juntos llegan los buenos cronos y el respetuoso trato a la mecánica.
Resultado: en nuestro caso nos hinchamos a hacer scratch, incluso con tiempos espectaculares como los de l'Atalaia (Terra Negre) y otros tramos y forzamos a nuestros admirados rivales a cometer algún error.
Tanto el Porsche de Nani Roger y Quim Alsina como el R5 Turbo del rapidísimo Jaume Pons–Cesc Grane y el 930 Turbo de Tavi Candela–Tote Arbós quedaron por detrás, lo que dice de lo mucho que estos grandes equipos nos hicieron correr, pues todos destacaban por su brillantez y cronos.
Moraleja: imitar a Zanini, que tiene el lema de “trabajar, trabajar y volver a trabajar...”. Hacedlo y como nosotros en esa ocasión os saldrán las cosas de cara. Consejo de amigos.
© Isidro Oliveras de la Riva
Artículo reproducido con autorización
JAS Info Service
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