Por Josep Autet.
Gran activador del mundo del automóvil histórico en todas sus facetas y modalidades, Fermín Sulé Luengo falleció en la madrugada del pasado 25 de octubre a los 88 años de edad. Retirado de toda actividad desde hacía algunos años, Fermín se ha ido y con este obituario queremos contribuir a que sea recordada su extensa labor y personalidad. Aunque tras su jubilación perdimos el contacto, conocía mucho a Fermín, cerca de 20 años a su lado en Auto Retro Barcelona, y otros eventos, dejaron una profunda señal y su desaparición, de la que con tristeza me enteré tras su sepelio, duele. En un santiamén afloran agradables recuerdos y en la lejanía aún me parece oír su inconfundible y contundente voz ronca.
Me acuerdo perfectamente de haber asistido como periodista a las primeras presentaciones de Auto Retro. En 1985 me otorgó un premio en el concurso de prensa que organizaba para promocionar el salón, el primero que recibí como periodista, un reportaje publicado en El 9 Nou con fotos de Miquel Rovira. Quien me iba a decir que pocos años después iba a colaborar de un modo fijo con Auto Retro, requerido por aquella personalidad tan arrolladora y convincente.
Fermín Sulé Luengo fue en 1974 uno de los fundadores del Antic Car Club de Catalunya, siendo su primer presidente. Su afición por los coches ya hacía tiempo que se manifestaba, pero fue en el Antic donde Fermín inició una etapa de su vida en la que iba a dejar huella. Rallyes, excursiones, salidas ruteras de todo tipo, libros, la revista del club y coches, siempre coches, históricos pero también –y principalmente– clásicos. También la inauguración de la nueva sede del club, en 1981 en Vía Augusta, un hito que significó de alguna manera y por propia voluntad su punto final con la entidad, que dejó de presidir.
Fue entonces cuando se lanzó profesionalmente al automovilismo clásico, su mundo. Organizó conjuntamente con Enasa la I Exposición Pegaso (1982), también una serie de actos para el 25 aniversario de la Dirección General de Tráfico que fraguó en la primera edición del entonces llamado Retro Barcelona (1984), lo que significó la creación definitiva de Auto Retro Barcelona un año más tarde, un importante hito que mantuvo, año a año y algunos no precisamente fáciles, hasta su retirada profesional en 2014, tras celebrar la 31 edición consecutiva.
Auto Retro Barcelona ha sido el salón más importante que ha tenido el país dedicado a los clásicos y a todo el extenso mundillo que los rodea. Fue una iniciativa completamente suya pero con el paso de los años, y con la importancia que iba cobrando en el sector, la muestra entró a formar parte de la cartera de salones de Fira de Barcelona. Hasta que eso no sucedió, Auto Retro celebró sus primeros años de un modo itinerante: Estadio de Montjuïc (antes de ser remodelado para las Olimpíadas), Mercat del Born, Poble Espanyol y, finalmente, los palacios feriales de Montjuïc.
El ejemplo de Auto Retro caló y han sido muchos los salones de clásicos que se han organizado (y desaparecido) en territorio catalán y español, si bien algunos han cuajado por su buena organización, pero también ayudados por el vacío que dejó el certamen de Fermín Sulé. Que Auto Retro Barcelona dejara de existir no fue en absoluto la consecuencia de la jubilación de su creador, sino más bien la causa de una mala elección en la entrega del testigo, ya que junto con Fira de Barcelona, su socio en los últimos años con cuya institución colaboraba en otros eventos, se optó por traspasar el salón a una empresa, en teoría solvente, que en cuatro años liquidó el certamen.
Sulé organizó su último Auto Retro Barcelona en 2014, hace ahora 10 años, pero a pesar de los desvelos para que sin su empuje la muestra se mantuviera con el mismo éxito que con él al frente, el certamen y su nuevo organizador desaparecieron en 2018 sin dejar rastro. El Auto Retro Barcelona original quería aportar su granito de arena en el campo del arte. Desde la primera edición, Fermín Sulé encargaba a un artista la confección del cartel anunciador que plasmara alguno de los contenidos de cada edición. Juan Carlos Ferrigno y su esposa, Anna Planas, fueron autores de algunos de ellos en estas tres décadas.
Durante muchos años, Fermín Sulé fue el alma mater del Rallye Barcelona-Sitges y de muchas pruebas que surgían o le pedían ayuda. En 1992 Ford fue el coche oficial de la Expo de Sevilla. Conjuntamente con la marca planee hacer una exposición y recorrido turístico por la ciudad y la Expo con modelos Ford de diversas épocas, culminando así el Día de Ford en la manifestación sevillana. Le pedí ayuda a Fermín y el resultado fueron varios camiones tráiler repletos de unidades históricas de la marca del ovalo que abarcaban desde el Ford T hasta el Fiesta. Los recursos de aquellos años hacían posible hacer cosas así, pero también los contactos, la generosidad y la capacidad de aglutinar esfuerzos de Fermín.
Así era Fermín Sulé, alguien apasionado por esta actividad, amigo leal, persona convincente y con una elocuente facilidad por hacer que los sueños o los proyectos se convirtieran en realidad. Asistir a alguna reunión en su oficina de la calle Loreto de Barcelona era entrar en el mundo particular de este prohombre que tanto ha hecho por el mundo del automóvil clásico, una especie de museo repleto de objetos, libros, papeles y cajas con documentos que sólo su fiel secretaria Mercedes y su esposa Ángela eran capaces de entender en toda su dimensión. En las largas décadas de trabajo incansable, Fermín mantenía su línea con una personalidad que era ejemplo para todos.
Descansa en Pau, Fermín. Tot i tots tenim un final, però som molts els que ens resistim a que aquest moment d’ara sigui el veritable punt i final, perquè el teu record es manté ben viu.
© Josep Autet
31 de octubre de 2024
JAS Info Service