Antonio Zanini, el formador 



Por Albert Alumà.

Antonio Zanini Sans. Se ha hablado mucho de sus múltiples éxitos, como piloto, constructor, creador, investigador, desarrollador, etc. etc. etc. Pero hay una de las facetas a la que no se le ha rendido suficiente reconocimiento a Antonio Zanini, para mí quizás la más importante, la más longeva, la más útil, la que lleva su sello personal. Estoy hablando de la persona que creó la primera escuela de conducción y aquí le podemos añadir todos los adjetivos que mejor se adapten a la idea que tengamos del tema: policial, de seguridad, para guardaespaldas, deportiva, avanzada, de protección, defensiva, de prevención y un largo etcétera.

Después de una reunión con representantes de los cuerpos de seguridad del Estado, allá por 1974, se le encomendó a Zanini la difícil tarea de idear, organizar e impartir cursos de formación para los conductores de dichos cuerpos de seguridad que por aquel entonces ofrecían protección a personalidades, tanto públicas como privadas. La inminente evolución de la transición española hacia una democracia había hecho decidir que las personalidades del ámbito privado no podían seguir recibiendo protección financiada con dinero público.

Y este era el encargo inicial…

“Tenemos claro que en los atentados en España siempre hay uno o varios vehículos implicados, tanto como arma o como escudo y debemos aportar la formación necesaria para reducir los efectos de estos atentados, tanto para el personaje a proteger como para el chófer y su escolta”.

Tan simple y tan complejo como esto…

Y ahí es de justicia destacar la implicación de Antonio y su creatividad, imagino que mediante el visionado de películas, posiblemente recordando lo que había visto y lo que le contaron. Todo ello le permitió establecer un primer programa de curso… Tal vez os sorprenda, pero recuerdo que aparte del eslalon a distintas velocidades y distancias, en el que por supuesto quien invertía menos tiempo era el mejor, era en la prueba de frenada donde se veían las cosas más curiosas: el que mejor lo hacía era quien dejaba la traza más negra de goma en el asfalto, cosa impensable a día de hoy.

Testa coda o contrabandista, también llamada vuelta en Y, eran las pruebas reina, maniobras muy rebeldes que se hacían con un Seat 132… El trazado era imprescindible, situaros en los primeros años del circuito de Calafat y una nueva especialidad para el habilidoso Jaime Juncosa, que fue el primer ingeniero en esta actividad: dotó a un Dodge Dart de una viga ferroviaria en su costado derecho y que, mediante un 1430 equipado con… llamémosle Juncocolotti (era más un grupo 2 de la época), entrenábamos a los conductores a absorber y gestionar los envites de los “malos”.

De la nada se estructuraron una enseñanzas que fueron una auténtica herramienta para incrementar la seguridad de conductores y ocupantes y, porque no reconocerlo, lograron salvar vidas.

¿Quiénes eran los clientes en esa época? Recuerdo como primer cliente importante a Iberduero, actual Iberdrola, que sufría constantes ataques en la construcción de la central nuclear en Lemóniz, que finalmente nunca se terminó; bancos como el Bilbao, el Vizcaya (aún por separado), el Santander y hasta apareció Seat. La entrada de esta marca fue una revolución no solo por su faceta como cliente, sino porque entendió perfectamente la dificultad de nuestra actividad con los coches “prestados” y entró como patrocinador de los cursos aportando sus vehículos de investigación y desarrollo, una vez estos terminaban su cometido. Anteriormente se prensaban y, a partir de este acuerdo, tuvieron una nueva vida en la formación de conductores.

Coincidía toda esta época con una gran actividad por parte de Antonio en su faceta de piloto de rallyes. Incluso a veces, terminados los cursos, recuerdo que se desarrollaban actividades de mejora de la iluminación de los Fiat 131 Abarth de rallyes, de la mano de Cibié. Finalizada la vinculación con Seat e iniciada la extraordinaria aventura del Europeo por cuenta propia de Antonio, esto le alejó de la interesante, innovadora y crucial etapa de nuestro Maestro en el mundo de la formación de conductores de seguridad de forma regular. En todo caso, siempre su interés por este mundo le ha llevado a multitud de actividades formativas vinculadas o no al tutelaje de jóvenes promesas en el mundo de la competición.

La actividad de formación de conductores ha seguido hasta nuestros días, afortunadamente al descender la actividad terrorista los de conducción de seguridad o policial también han disminuido en intensidad, pero los de mejora de la conducción para particulares o los de prevención de riesgos laborales en la conducción, comerciales o conductores de empresa están en su momento álgido.

En cuanto a los formadores, otros grandes pilotos han seguido con su legado, tanto transformándolo hacia el mundo de los cursos de marca, como acción de marketing y mejora en la conducción de sus clientes, o hacia el mundo de la empresa, dándole un método más riguroso en cuando a los peldaños a seguir para la mejora real del conductor. Todo ha evolucionado, desde la larga frenada con largas trazas negras como mejor frenada en los inicios con Antonio, a la frenada con bloqueo para acto seguido hacerlo con ABS y apreciar la mejora del sistema, añadiendo posteriormente el efecto del ESP para convencer al alumno que la tecnología supera a la acción del conductor.

El equipo inicial en esta tarea formativa de Zanini lo componíamos, además de por supuesto Antonio, Jaime Juncosa, Aman Barfull y yo mismo. Dado que tanto Jaime como Aman no siempre estaban disponibles, llamábamos eventualmente a otras personas y a mi me tocaba coordinarlos. Si Juan Petisco fue regularmente el copiloto de Antonio durante algunos años, yo era algo así como su segundo en los cursos que íbamos organizando.

Podemos enumerar formadores, escenarios, orientación comercial, perfil de usuarios, etc. Pero estas líneas sólo pretenden homenajear al creador, al visionario, que de un escueto encargo inicial trazó un camino que 50 años más tarde es perfectamente válido. Y este mundo tiene un nombre en mayúsculas: ANTONIO ZANINI SANS.

@ Albert Alumà
10 de diciembre de 2024
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