Por Raymond Blancafort.
El pasado domingo 23 de febrero nos dejó, a los 77 años de edad y víctima del cáncer, Jordi Xiol Quingles. A muchos, el nombre no les dirá nada, pero Jordi Xiol ha sido un hombre importante en el automovilismo catalán. Sobre todo porque fue el realizador, el diseñador, del circuito de Calafat, aquel trazado que fue una locura surgida en las cenas de escuderías y que lideró Carmelo Ezpeleta con el apoyo total de la familia Mangrané, propietaria de los terrenos y la urbanización que lleva el mismo nombre que el trazado.
¡Necesitábamos un circuito tras el final de Montjuïc! Y los proyectos del RACC se iban desvaneciendo uno tras otro, aunque al final llegaran a buen puerto. Jordi corrió antes en rallyes. Para algunos, era ‘el Xiol malo’, porque el bueno era Joan Maria, su hermano mayor… aunque no era precisamente manco. También era ‘el Xiol guapo’.
Con ellos tuve relación desde los diez u once años. Todos íbamos al mismo cole, Sagrados Corazones; yo era algo más pequeño que ellos e iba a clase con su hermano pequeño, Xavier. Pero en el patio, a la hora del fútbol, más de una patada mía se llevó.
Un colegio que estaba a 200 metros de la salida de la que era subida a Vallvidrera… en una época en la que los entrenamientos eran los sábados por la mañana y parte de la tarde… y se iba al cole los sábados por la mañana. En contrapartida, había fiesta los jueves por la tarde. Así que salir del cole e ir a ver los entrenamientos era algo habitual.
Por el cole pasaron personas que después fueron buenos pilotos: los hermanos Xiol, Juan Carlos Mach, los hermanos Batlló –que corrían en moto e hicieron la famosa Bira 1000 juntando dos motores Ossa Yankee–, el malogrado Xavier Conesa, uno de los primeros comisarios deportivos internacionales españoles, o Vicenç Aguilera, asimismo piloto –en ocasiones con el coche que su copi, Xavier Conesa, “tomaba prestado a su madre”, algo común en la época– y que acabó siendo el responsable de competición de Seat y fundador de Seat Sport, el que llevó a Seat al mundial de rallies, amén de director del Centro Técnico de Seat en Martorell. Además, Vicenç Aguilera es cuñado de los Xiol.
Con Jordi, además, compartimos un tiempo siendo jugadores de baloncesto. Él era una de las estrellas del equipo juvenil del C.T. Barcino, donde Xavier y yo jugábamos en el infantil. Algunos de sus compañeros: Marcó, Udaeta, Muntañola, llegaron a Primera División, los dos primeros en Barça y Joventut, respectivamente, y en la selección española.
A Jordi le quiso fichar el Estudiantes, sabedores que iba a Madrid a estudiar ingeniería de Caminos, Canales y Puertos. El prefirió dedicarse a la carrera y la profesión, tras licenciarse en 1971. Jordi y Joan Maria formaron parte de la Escudería Match y eran bastante activos en el mundo de los rallies preferentemente, a veces corrían haciendo equipo pero mayoritariamente lo hacían con otros copilotos. Y cuando surgió el proyecto de Calafat pareció obvio que él estaba en situación idónea para llevar a cabo el proyecto.
Jordi estuvo involucrado en la construcción de la autopista Martorell-Vilafranca y en la Central Nuclear de Ascó. Pero pronto dejó esta faceta para convertirse en emprendedor. Actualmente era presidente del Grupo Mutua de Propietarios y de Peroxfarma. El hermano de Jordi Xiol, el prestigioso abogado y extraordinario piloto Joan Maria Xiol, es el presidente del Tribunal Català de l’Esport.
© Raymond Blancafort Costas
25 de febrero de 2025
JAS Info Service