Por Josep Autet.
Hace unos meses conoció un diagnóstico tan claro como cruel: tumor cerebral incurable. En ese momento, la vida de Josep Esteller tomó un camino sin vuelta atrás. Hombre jovial, activo, con una gran memoria y capacidad para argumentar, la enfermedad le fue minando poco a poco el raciocinio hasta su fallecimiento el pasado jueves día 8, a los 81 años, en el Hospital de Sant Boi.
Josep Esteller Riera (Barcelona, 7-4-1943 / Sant Boi de Llobregat, 8-8-2024) estudio en el barcelonés colegio La Salle Comtal y posteriormente cursó diseño en la Escuela Massana. Su profesión fue, según el mismo dejaba claro, la de dibujante, inicialmente en su propio negocio y posteriormente ejerciendo en muebles La Fábrica. La realidad es que Esteller era un reputado diseñador e interiorista, ocupación que ejerció durante toda su vida laboral.
Pero la verdadera pasión de Esteller eran los coches y fue muy a finales de los 60 cuando participó en sus primeros rallyes, acompañado de Lluís Torcal, al volante de un Seat 850 Especial. Miembro de la Escudería Condal desde su creación y muy próximo a su presidente, Javier González Mestre, Esteller fue secretario deportivo de la entidad y en 1973 accedió a la presidencia, cargo que ejerció hasta finales de los 70.
El acuerdo del Dr. Mestres (posteriormente uno de los creadores del Institut Català de la Salut) con el concesionario Chrysler-Simca barcelonés Auto Sport, uno de los de más ventas de toda España, fue una etapa muy notable para Escudería Condal, ya que el acuerdo permitía a la entidad disponer de unidades Simca 1000 GT –modelo que salió al mercado en 1970– y prestarlos a sus mejores pilotos. Evidentemente, uno de los elegidos fue Josep Esteller, famoso por su gran afición y eficacia al volante.
Incluso salido de fábrica (1.204cc, 61 CV), el Simca 1000 GT era una máquina excelente para los pilotos privados, lo que le convirtió en un modelo muy popular en todo tipo de carreras y con muchos concesionarios de la marca dándole apoyo en competición. Inicialmente, los Simca 1000 GT de Auto Sport tenían muy poca preparación, prácticamente eran versiones de serie con mejoras en la suspensión y el escape, pero la competencia que aumentaba carrera a carrera hizo pensar en su preparación para lograr unidades cada vez más potenciadas. Eso coincidió con la llegada a Auto Sport de Antonio Zanini, quien empujó al equipo en ese camino de intentar mejorar posiciones en las carreras. Pero el aumento de costes fue considerable y eso llevó al cierre de la actividad deportiva de la empresa.
Todos esos años, los pilotos de la Condal que eventualmente condujeron los Simca 1000 GT de Auto Sport, pero también unidades y modelos propios, fueron numerosos. Además del propio Esteller y de Zanini, eran pilotos de la entidad José Antonio Vender, Jaime Mateu, Carlos Llop, Juan Nonell, Alfonso Mañer, Francisco Planas, Federico Paracuellos, Ramón Ardiaca, Ernesto Martos, etc. Al cerrarse la actividad deportiva de Auto Sport, Esteller siguió compitiendo por su cuenta con un Simca 1000, asistido por un mecánico notable de la Condal, Ernesto Martos, que a menudo le hacía de copiloto, pero la falta de ayudas le llevó a la retirada.
Además de su trabajo como interiorista, a primeros de los 80 ejerció de monitor de la escuela situada en Can Padró, cuando Salvador Cañellas era su director, incluso ayudó en algunos rallyes a Antonio Zanini en su campaña en el europeo de 1980, aportando su propio Seat 124-1800 para el transporte de personas y piezas en las asistencias de los rallyes.
Desconectado del deporte activo pero amigo de Ramón Arqués desde la época de los Simca 1000, fue éste quien le presentó a Carlos Beltran, patrón del equipo Nou Onze, cuya constante actividad le vino al pelo a Josep Esteller. Recién jubilado, pudo dedicarse a seguir y ayudar a muchos de los pilotos del Nou Onze Team en todo tipo de carreras. En los últimos 10 años, Esteller ha sido posiblemente el más fiel colaborador de esta estructura, una persona desinteresada y dispuesta, sin importarle ni los km. de desplazamiento ni los días a dedicar. Esta voluntad de ayuda constante hizo que fuera reconocido en una de las reuniones anuales de Nou Onze.
En estos últimos años participó en alguna prueba aislada de regularidad en circuitos pero las actividades de Nou Onze y la asistencia como espectador a otras carreras, siempre desde la barrera pero dispuesto a ayudar, eran su principal motivación. Esteller era un hombre curioso, bonachón, abierto, siempre presente y con la voluntad permanente de echar una mano.
Josep Esteller, que conservaba una excelente memoria, se mantenía físicamente en forma, era un habitual de la bicicleta de montaña y su aspecto físico no ligaba para nada con su edad, pero las enfermedades casi nunca avisan y cuando Josep visitó a un especialista después de repetidos episodios de lapsus mentales, el veredicto fue claro. Casado en segundas nupcias con Ángeles, Josep Esteller ha tenido tres hijos, Josep, Rosa y Txell, con los que mantenía una excelente relación y que le han acompañado en sus últimos momentos. Josep ha tenido un final plácido, sin sufrimiento, y con todo el amor de su pareja e hijos.
Ramón Arqués y Josep Esteller ya están juntos. Lo estuvieron al volante de distintos Simca 1000. También fueron colegas en el Nou Onze Team. El destino quiso que ambos fallecieran por la misma enfermedad. Donde ahora estén, seguro que no pararán ni un momento de hablar de recuerdos y también de la actualidad de las carreras que tanto les interesaba. Descansa en paz Josep.
@ JAS Info Service
9 de agosto de 2024