La subida a La Trona, que este domingo celebrará su 16ª edición (actualmente con organización de V-Line Org.), nació en noviembre de 1977. Aquel año, Alfonso Tórmez (Martini Mk12 F-1800) lograba el triunfo por delante de Joan Vinyes Casanovas (Martini Mk12 F-1800). La prueba fue creada por Motor Club Vall del Ges, con la colaboración de Amics del Motor de Voltregà.
El día 28 de abril de 1979, por la tarde, se disputaron las dos subidas de entrenamientos oficiales de la que fue 3ª edición. Logró el mejor tiempo “Jean Claude” (Lola T298-BMW), con un tiempo de 4’06”57, seguido de Alfonso Tórmez (Martini Mk12 F-1800). En esta primera subida, tras trazar muy forzado y situar su Seat 127 Especial (1.010cc) en dos ruedas, el joven piloto del Trofeu FAE Juan Ramón Rodríguez de Lizana perdió el control del coche y se precipitó al vacío en la paella de La Trona, tras superar limpiamente el pequeño murete de contención que puede verse en la foto.
Los presentes en la curva, entre ellos el autor de la foto, el fotógrafo de El 9 Nou Carles Puig, contuvieron la respiración y se lanzaron al auxilio del joven que había desaparecido barranco abajo. Todo el mundo esperaba lo peor. Unos 10 metros a plomo saltó el 127 hasta que, tras golpear en el suelo, la vegetación detuvo su marcha antes de que saliera rodando montaña abajo. Ayudado por los controles y los espectadores, Juan Ramón saliendo milagrosamente como pudo del interior del destrozado 127.
Con los lógicos nervios y espanto, los controles informaron del suceso a la base de carrera por radio, la subida se paró y Juan Ramón Rodríguez de Lizana fue evacuado a la Clínica La Alianza de Vic, donde se observó después de muchas pruebas que salvo fuertes contusiones lumbares no tenía nada roto ni se observaban heridas de ningún tipo, ¡un auténtico milagro! Permaneció en observación y fue dado de alta al día siguiente.
Pero los accidentes no acabaron ese sábado con esta espectacular caída al vacío que muestra la foto. Minutos después, en la segunda subida de entrenamientos y cuando estaba muy cerca de la meta, “Jean Claude” perdía también el control de su Lola-Banco Occidental y se salía de la carretera. Evacuado a “La Alianza”, se le apreció la rotura de un par de huesos del talón del pie derecho y fue trasladado a la Clínica Soler-Roig de Barcelona, en la que fue intervenido quirurgicamente. El mejor tiempo de esta segunda subida fue para Tórmez, 4’00”08.
La lesión mermó las posibilidades de “Jean Claude” en su lucha con Juan Fernández por el título nacional de montaña, que le había ganado en la primera del nacional, la subida a Montserrat. El hispano francés no pudo participar la siguiente semana en la Pujada als Àngels ni tampoco en el Montseny, pero reapareció en Urbasa, donde de nuevo claudicó antes el sabadellense aunque con claras secuelas del accidente de La Trona. A final de año, Juan Fernández conseguiría el título por delante de “Jean Claude”, quien en todo el año no pudo vencer a su temible rival.
Piloto valiente y con gran pundonor, “Jean Claude” volvió a La Trona un año después, 1980, logrando la victoria con su Lola T298-BMW-Marlboro por delante de su eterno rival Juan Fernández, éste al volante del Lola T296-BMW-Danone.
El domingo de carrera de esta 3ª edición que ilustramos con la foto del 127 se producían otras dos salidas de carretera de los Seat 127 participantes. En la primera subida se accidentaba Josep Rabat y en la segunda, Carles Bosch. En la carrera no participó Alfonso Tórmez (vencedor de las dos primeras ediciones de la carrera) por problemas de motor. El triunfo correspondió a José María Fernández (Porsche 911 Carrera RS), seguido de Santi Marcenaro (Selex ST4 F-1800) y Valentín Rodón (Alpine-Renault 1800).
Para dejar tranquilo al lector, mencionar que Juan Ramón Rodríguez de Lizana, el menor de esta saga de pilotos de Granollers (el mayor, Higinio, también participaba en esta 3ª edición), siguió corriendo (participó ya en Gironella-Casserres), logrando al final de 1979 el título en el Trofeo FAE, sucediendo en el palmarés a Genís Serrat que lo inauguró en 1978.
La Trona siempre ha sido una carrera difícil y a menudo con inesperados incidentes, pero lo más importante es que la BV-4608 se ha convertido a lo largo de los años en una de las carreteras más racing de todo el territorio catalán.
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19 de mayo de 2021