Mustang, de un GT de Ford a marca independiente 



Por Raymond Blancafort

• El nombre de Mustang Mach no es nuevo, ya en los años 60 hubo Mustang Mach I GT
• En los inicios se pensó incluso en un sedán Mustang y en un wagon de 3 puertas
• Lo más curioso: a mediados de los 60 hubo un Sedan Mustang… ¡español!, un proyecto que no cuajó

A muchos les puede haber sorprendido que mientras el Mustang sigue siendo uno de los deportivos americanos de mayor tradición e historia, el nombre aparezca ahora asociado a un SUV ¡eléctrico!. Casi una herejía.

Pero Ford ya nos tiene acostumbrados a “reciclar” nombres que se han hecho famosos o conocidos para bautizar nuevos modelos que poco tienen que ver con el original, por no decir que son diametralmente opuestos, como es el caso del Mustang GT y del Mustang Mach E, Un clásico GT de receta americana frente a un SUV.

Hemos tenido un ejemplo reciente con el Ford Puma. En su día fue un pequeño coupé pensado para el mercado europeo, un tipo de vehículo que tuvo un cierto éxito efímeramente. Este mismo año Ford ha presentado un SUV con el nombre de Puma.

Pero ya antes había hecho una operación similar. En su día el Ford Maverick fue un deportivo un escalón y medio por debajo del Mustang, y años después dio origen a un off road 4x4… un clon del Nissan Terrano II para Europa. Ambos eran fabricados por la firma japonesa en Barcelona. Es más, casi contemporáneamente el nombre de Maverick fue aprovechado en otro modelo, exclusivamente fabricado para el mercado australiano, un clon del Nissan Patrol que asimismo Nissan fabricaba para Ford.

Y aún podría citar al monovolumen Ford Galaxy, porque en USA años antes se había comercializado un Ford Galaxy sedán. Lo recuerdo porque en las primeras revistas internacionales de motor que cayeron en mis manos vi al Galaxy de Sir John Whitmore ser el terror de las pruebas británicas, aunque este coche había comenzado dominando en manos de John Sears e incluso Graham Hill o Jack Brabham corrieron con los Galaxy.

Es más, en su día hubo un Mustang Mach 1 (entre 1969 y 1978 y entre 2003 y 2004), que tenía una carrocería o un estilo más agresivo, que se ofrecía con diversos motores, siendo la base un V8 de 5.8 litros y caja de cambios manual ¡de 3 velocidades!, pero se podía llevar a un V8 de 7 litros con caja de cambios de 4 velocidades en sus inicios. Había numerosas opciones de suspensión, diferenciales, etc, de forma que se podía personalizar mucho el coche. Se hizo famoso de entrada porque Mikey Thompson, el famoso preparador, batió con él ¡259 récords! De velocidad en Bonneville, incluido el de las 500 Millas o de las 24 Horas.

Pero es la primera vez que el nombre de Mustang aparece en dos modelos… de momento. Uno tiene la impresión que, como hizo GM con Corvette, Ford quiere que Mustang luzca en el futuro como marca propia, buscando un cliente joven y nuevo que desea más lujo y deportividad y que por tanto Lincoln no puede captar.

De momento, el GT y el Mach E, pero también se habla de un sedan deportivo. De hecho ya se habló de él el pasado año como una posibilidad para que Ford tuviera un equivalente –si así puede decirse– americano al Panamera. Incluso aparecieron diversos ‘render’ del diseñador que interpretaban como podría ser este modelo.

Tampoco ese movimiento es nuevo. Si en su día hubo tres carrocerías coupé para el Mustang –coupé, coupé Hatchback o fastback y descapotable-, a mediados de los 60 existió la posibilidad de que hubiera más. Ford estudió un sedán y un wagon de tres puertas, un concepto que parecía corresponder al concepto ‘coupé de chasse’ que utilizaron algunos constructores británicos. Si el primero era un Mustang alargado con dos puertas suplementarios, del segundo hubo varios prototipos de diseño, incluido realizado por Intermeccanica en Turín.

Pero Ford no dio continuidad al tema, lo que sí podría hacer ahora, para convertir Mustang en una marca subsidiaría del grupo, peor independiente. Ojo, que de Sedan Mustang hubo otro… ¡y no de Ford!. Fue un intento de la Sociedad Española de Automóviles Nacionales, con sede en Zaragoza, que quiso hacer un automóvil que fuera una alternativa más económica al Seat 1500; detrás de este proyecto estaba una fabrica de camiones, Nazar. Estaba pensado sobre todo para taxis ya que era sobrio, robusto y de prestaciones y consumos contenidos, así como un precio relativamente bajo. Recurría a un chasis de larguero y travesaños y a un motor diesel Perkins de 1.6 litros y 47 CV, con suspensión delantera independiente y trasera por eje rígido. El proyecto fracasó por falta de capital, aunque se llegaron a construir algunos prototipos.

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