La muerte de Manuel Soler es dolorosa por lo que representa en lo personal pero también por lo que significa en el terreno deportivo. Ha desaparecido quien inició la historia de nuestro país en una especialidad en la que actualmente somos la primera potencia mundial. Lo éramos ya técnicamente por la presencia decidida de Montesa, Bultaco y Ossa, que dominaban el panorama internacional del trial desde que en 1968 se creó el Campeonato de Europa y posteriormente, a partir de 1975, cuando se instituyó el Campeonato del Mundo, pero no lo éramos en absoluto en lo humano.
Las marcas españolas dominaban el panorama deportivo internacional sin el menor síntoma de querer dejar de hacerlo, pero ganaban con el concurso de pilotos míticos originarios de todos los rincones de Europa e incluso de Estados Unidos: Sammy Miller, Don Smith, Mick Andrews, Martin Lampkin, Malcolm Rathmell, Yrjo Vesterinen, Bernie Schreiber… hasta que el 26 de agosto de 1979 en Espoo, Finlandia, Manuel Soler y su Bultaco Sherpa T lograban la primera victoria absoluta de un piloto de nuestro país en una prueba del mundial. Este triunfo de Soler fue el preámbulo de una retahíla de pilotos que a partir de aquel lejano año han ido dominando esta especialidad, con triunfos continuos a lo largo de los años que ofrecen actualmente un verdadero e indiscutible monopolio.
Manuel Soler, su primo segundo Ignacio Bultó (el primero en lograr un podio mundialista), incluso Jaume Subirà ya había avisado con muy buenos resultados con anterioridad, pero el primer triunfo de Manuel Soler fue un punto y aparte. Prácticamente al mismo tiempo que Manuel Soler, llegó también a la cima Toni Gorgot y años después, con la aparición de Jordi Tarrés, se destapó el tarro de las esencias y las victorias y títulos inundaron paulatinamente el panorama mundial. Manuel Soler fue el primer triunfador y hasta la fecha ya son 278 las victorias logradas por nuestros pilotos, que hoy en día tienen en Toni Bou al indiscutible número uno del trial de todos los tiempos.
Manuel Soler Alegre nació en Barcelona el 9 de marzo de 1957 y era hijo de Juan Soler Bultó (fallecido en 2017), sobrino a su vez de Paco Bultó, mítico pionero del motociclismo hispano y creador de Bultaco. Manuel Soler bebió directamente de un ambiente motero sin discusión, empezando a pilotar las primeras Bultaco siendo muy pequeño, a menudo nuevos modelos que eran adaptados al estilo de los pilotos de la familia.
Sus indudables dotes –y la correspondiente autorización familiar y federativa– le permitieron participar en triales oficiales a principios de los 70 sin tener la edad reglamentaria para hacerlo, por eso participaba fuera de concurso con la sigla X bien rotulada en el frontal de la Sherpa T. Se le conocía como “el monstruito”, mote que hacía alusión a su sorprendente capacidad de pilotar siendo realmente un adolescente. Cuando ya se le permitió figurar en las clasificaciones logró numerosas victorias y los títulos de Campeón de España de Trial entre 1974 (con 17 años) y 1977, participación que combinaba con sus apariciones asiduas en el mundial.
En 1974, con motivo del Trial de Sant Llorenç, logró su primer podio en el mundial, un tercer puesto logrado 6 días antes de cumplir los 17. Un año más tarde conquistaba su segundo podio, en Estados Unidos, y en 1977 subió un peldaño más al acabar 2º en el trial de Gran Bretaña. Comparándolo con las carreras de las grandes figuras que le siguieron, como pueden ser Jordi Tarrés o Toni Bou, su trayectoria internacional no fue especialmente larga pero sus logros, por ser los primeros de la impecable saga nacional, son recordados por exhibir un pilotaje certero y muy particular, altamente eficaz en la dosificación del gas en combinación con el equilibrio.
Debido a la crisis que afectó seriamente a Bultaco, Manuel Soler fichó por Montesa en 1980, lo que algunos forofos de la marca del dedo pulgar hacia arriba se tomaron como una traición, pero en realidad la marca rival le permitió lograr otros tres triunfos mundialistas en 1981. En cierto modo fue como una especie de regreso a los orígenes, ya que Paco Bultó había participado en su momento en la creación de Montesa junto con Pere Permanyer. Tras este periplo en Montesa, la trayectoria trialera de Manuel Soler se fue apagando hasta retirarse en 1984 como piloto de Merlin. Dedicó luego sus habilidades trabajando en el mundo del motor (Alesport, RACC y Dorna, entre otros), aunque poco a poco se fue apartando del primer plano a pesar de que su áurea de mito del trial nunca la perdió. Actualmente era un gran embajador del trial clásico.
Cuando hoy día 20 de enero uno de sus primos accedía al domicilio de Manuel Soler en Sant Quirze Safaja, encontró el cuerpo sin vida. Con Soler se ha ido todo un referente de los primeros pasos del trial catalán y español, una persona humilde y reservada, a veces enigmática, pero que en su época demostró una fabulosa habilidad al manillar de una moto de trial. Descanse en paz Manuel Soler Alegre. La memoria de Bultaco, también la de Montesa, pero al mismo tiempo la del motociclismo español, están un poco más huérfanas. El pulgar siempre apunta al cielo.
Josep Autet
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20 de enero de 2021